A Juana Rentería Vivero, en Buenaventura la reconocen como una líder comunitaria y defensora del medio ambiente. Es una mujer comprometida con la protección y la recuperación de los manglares y ese compromiso la llevó a recibir el Galardón de la Mujer Vallecaucana en el Ámbito Rural Agroecológico. La gobernadora Dilian Francisca Toro, realizó entrega de los incentivos del Galardón de la Mujer Vallecaucana visitándola en el Distrito, con esos insumos esperan que ella siga trabajando por la sostenibilidad y el bienestar de su comunidad en la vereda Papayal 1.
“No solo conservamos los manglares; estamos comprometidos con la recuperación de especies marinas como el molusco, del cual dependemos. Sabemos que el manglar es el pulmón del planeta y debemos preservarlo,” expresó Juana Rentería, fundadora de la Asociación de Mujeres ‘Gramapa’.
Una asociación comprometida
La asociación ‘Gramapa’ se ha destacado por promover iniciativas que no solo protegen los manglares, sino que también impulsan el desarrollo económico de las mujeres de la zona rural. Entre sus logros se incluyen la prevención de la tala de árboles y la implementación de vedas de pesca, acciones esenciales para garantizar la soberanía alimentaria de la región. Por su compromiso, Rentería recibió una serie de herramientas, incluyendo un motor Mariner 15hp, equipo esencial para su labor diaria.
Acciones de desarrollo sostenible
La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, destacó la importancia del trabajo de Juana, subrayando que “estas mujeres madrugan todos los días para sustentar a sus familias y proteger el medio ambiente. Juana, junto a sus compañeras, no solo cuida los manglares, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de su comunidad, asegurando la autonomía económica y la calidad de vida de sus familias.”
En apoyo a estas iniciativas, la Gobernadora presentó un proyecto al Ministerio de Ambiente para la recuperación de manglares, buscando mejorar la calidad de vida y la economía de las comunidades locales. Actualmente, ‘Gramapa’ gestiona tres hectáreas de manglar, cedidas por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, para su conservación y como semilleros para repoblar nuevas áreas.