Cali puede considerarse un paraíso, gracias a su biodiversidad. La capital del Valle tiene la fortuna de tener diez ríos que la bañan (Cali, Pichindé, Felidia, Aguacatal, Meléndez, Cañaveralejo, Lili, Pance, Cauca y Jamundí), de los cuales siete atraviesan su zona urbana.
Además, disfruta de los servicios ecosistémicos y el confort térmico que nos brindan más de 382.000 árboles de 473 especies diferentes (ocho árboles por cada habitante), 61 humedales, 12 ecoparques (uno de los más importantes del país como lo es el Parque Nacional Natural Farallones) y 25 bosques urbanos. En Cali, también tenemos 604 especies de aves (que equivalen a más de la tercera parte de las que coexisten en el país) y 777 especies de mamíferos.
Territorio biodiverso
La Sultana del Valle es una muestra de las bondades de Colombia, al ser reconocido como uno de los territorios más biodiversos del planeta, con el 10 % de la biodiversidad del mundo en 2.129.748 kilómetros cuadrados de territorio continental y marítimo.
Para Mauricio Mira Pontón director del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, tenemos una oferta importante de espacios dedicados a la biodiversidad y la sostenibilidad como el Zoológico de Cali, el Jardín Botánico, universidades verdes, más de 15 barrios en procesos de transición a ecobarrios y «nuestra flota de vehículos se ha comenzado a descarbonizar y cada vez vemos más vehículos eléctricos».
Leer también: Voluntarios COP16 continúan proceso de capacitación
“No todas las ciudades del mundo tienen este privilegio, tenemos que aprovechar esto y mostrárselo al mundo en la COP16”, resaltó Mira Pontón.
Custodios de la naturaleza
Cali, particularmente, es el escenario para exaltar ante diferentes naciones, a los pueblos indígenas, campesinos y comunidades étnicas de la región Pacífico que son custodios de la naturaleza y que representan el 35 % de la población de esta zona de Colombia.
Para el director de la autoridad ambiental caleña, el crecimiento del sentido de la responsabilidad de los caleños con el cuidado y la protección de la biodiversidad es creciente. Entre ellas están las huertas comunitarias, acciones de reciclaje, limpieza de los ríos y pedagogía con énfasis en la población infantil y juvenil para sembrar la semilla del cuidado ambiental en favor de la ciudad, desde lo local y al planeta, con una mirada de aporte macro.