
Nos topamos de casualidad con Ámala, un emprendimiento verde dedicado al arte y la moda. Sus estampados de fauna colombiana en peligro de extinción, la moda sostenible y el empoderamiento femenino vistos desde una propuesta que está comprometida con la biodiversidad.
En Yopal, una región rica en biodiversidad, surgió esta iniciativa que combina dos acciones: la conservación ambiental y el tejido social a partir del empoderamiento femenino: Ámala. Creada por Viviana Ocampo, una ingeniera de sistemas que llegó a este territorio, se enamoró de él y creó hace siete años una marca que está cambiando la forma en que se percibe y valora la naturaleza colombiana.
Sostenibilidad social y ambiental
Cuando llegó a Casanare no tenía mucho conocimiento de este departamento, y descubrió en él un paraíso. «Tiene una riqueza natural increíble, que las personas locales no apreciaban del todo. Decidí que debía mostrar esta belleza al mundo», señala Viviana Ocampo
A partir de ilustraciones científicas, dan a conocer la biodiversidad en peligro de extinción. «Creo que somos de las pocas empresas que se encarga de hacer todo el tema científico, desde la raíz hasta sacar una pieza muy bien diseñada visualmente para que el público que la compre, comprenda su valor», señala
Ellas envían cada ilustración a un grupo de expertos investigadores, quienes les van indicando si funciona o no funciona lo que se están haciendo, «por ejemplo cuando hicimos el Tapir Tapirus nos ayudó mucho César Rojano, veterinario y especialista en mamíferos, quien nos guio por ejemplo en las correcciones en su pelaje, esto nos ayuda para entender desde lo profundo cómo es el hábitat, cómo es la especie o su taxonomía, lo que nos permite llevar un mensaje más armónico al público», agrega Ocampo.
Productos con propósito
Se especializan en productos que combinan arte, ciencia y sostenibilidad. Desarrollan desde cuadernos hechos con papel de bagazo de caña que son cocidos a mano, hasta prendas de vestir fabricadas con telas recicladas que involucran más de 12 botellas plásticas por metro de tela. «Cada producto es un medio de comunicación que lleva un mensaje de conservación y amor por la naturaleza.«
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Ámala ha vinculado a 12 personas, 10 de ellas mujeres, en su equipo. «Nuestro trabajo no solo busca la conservación ambiental, sino también la reconstrucción del tejido social de la mujer en un territorio machista.»
En sus procesos de producción aplican la economía circular. «Aprovechamos retales de tela para crear nuevos productos, como pañoletas y listones».
Tienen la ilusión de participar en COP16, aplicaron para participar en la zona verde, desde donde desean -si son escogidas- expandir su impacto y llegar a más personas.
«Queremos mostrar al mundo el valor de la biodiversidad colombiana y el poder transformador del empoderamiento femenino. Soñamos con explorar nuevos mercados y llevar nuestro mensaje de conservación, por ejemplo, a Europa«.
Ámala tiene tienda física en Yopal, vende sus productos en línea a través de su tienda virtual y de las redes sociales, llegando a una comunidad cada vez más amplia y comprometida con la sostenibilidad.
En palabras de la fundadora, «Nuestra misión es clara: seguir construyendo una marca con propósito que refleje el amor por la naturaleza y el poder de la mujer. Esperamos que, a través de nuestros productos, más personas se sumen a esta causa y valoren la belleza natural de Colombia».