20 familias de la comunidad Inga en Putumayo, hacen que chaquetas tejidas con figuras se conviertan en obras de arte y piezas únicas que rescatan la tradición de los pueblos
Enamoradas de sus raices
Berenice, Victoria y Diza Af Burén tres mujeres enamoradas de la moda, le dieron alas y piso a este emprendimiento desde hace seis años.
Apasionadas por la cultura encontraron en sus viajes y raíces una propuesta desde la que invitan a descubrir la cultura Inga, apoyar el rescate de tejidos ancestrales y a lucir prendas exclusivas.
Victoria Af Burén, periodista de profesión, dice que su hermana Diza, artista visual, es la encargada de generar los conceptos y diseños que llegan hasta el taller donde trabajan 20 personas, la mayoría de ellas mujeres cabeza de hogar.
Victoria y Diza, hijas de padre boyacense y madre sueca, plasman en su emprendimiento la interculturalidad, rescatan procesos de tejidos ancestrales y tejen historias en prendas que contribuyan al cuidado del ambiente.
“Promovemos la moda consciente, consideramos que nuestras chaquetas son piezas de arte, deseamos que pasen de generación en generación”.
Obras de arte
Aman el trabajo hecho a mano, los diseños que trasmiten la cosmovisión de los pueblos indígenas haciendo de cada prenda una pieza única.
Hay diseños que tardan un mes en tejerse, porque llevan, por ejemplo, 3500 chaquiras y canutillos, que son tejidas con cuidado, rigurosidad y técnicas ancestrales.
Cada diseño valora y reconoce la tradición, en ella tejen historias de Colombia, pero también de otros lugares del mundo, dejando plasmada la interculturalidad que las acompaña.
Hechas a mano
En sus chaquetas hay flora, fauna y geometría. Cada una de sus creaciones es hecha sobre pedido, y se convierte en una pieza única e irrepetible.
“Si hay algo que nos apasione es descubrir nuevas culturas a través de su arte y tradición textil. Con nuestras chaquetas buscamos que las personas conozcan y valoren los textiles hechos a mano para evitar que los tejidos ancestrales desaparezcan y terminen siendo industrializados”, anota la comunicadora.
El emprendimiento familiar que nació en el 2012 como un proyecto de moda en el que se han enamorado del trabajo que hacen las manos de artesanos da como resultado prendas atemporales que son valoradas y en las que ellas están trabajando también el aspecto social.
“Pagamos el precio justo por sus trabajos; con ellos hicimos la labor de hacer los tejidos para entender cuánto tiempo se demoraban, conocer cómo era y así con ellos poner el precio justo en su trabajo”, explica Victoria Af Burén.
Derivetribe Af Burén realiza trabajo de investigación para entender la simbología detrás de sus tejidos y confiesan que no es fácil llegar hasta donde querían, para ello visitaron distintos resguardos y finalmente encontraron empatía con la comunidad Inga.
Ayuda a la comunidad
Si bien en época de la Covid-19 frenaron el trabajo que venían realizando, en los primero meses decidieron hacer una campaña que permitiera brindar ayuda económica a esta comunidad.
“No queríamos dejarlos sin ingresos, entonces lanzamos una campaña que se llamaba ‘No me olvides’ y consistió en la venta de una manilla y el 100% de lo recaudado se les entregaba como una manera de mantenerlos con un ingreso”, explica Victoria Af Burén.
Arte y cultura para una nueva narrativa de Cali
Hoy vía WhatsApp, vuelven los diseños creados por Diza que llegan a manos de estos artesanos que convierten cada chaqueta en una obra de arte ambulante, que narra una historia tejida en técnica ancestral.