Julio Nava está más delgado, algunas canas sobresalen por su turbante, va acompañado de Manuela –su hija-. Espera a sus padres, invitados especiales en el concierto Garaje Fest.
Luce relajado, en su play list seleccionó 15 canciones que han marcado su trayectoria como cantante y como compositor. Aunque sabemos que son muchas más.
En escena es un derroche de energía. Julio Nava es uno de los grandes exponentes del rock nacional.
Está de regreso. Aunque nunca se ha ido del ámbito artístico y cultural.
Es eufórico, talentoso y está mucho más maduro. La empatía con el público la logró desde el primer acorde de su guitarra.
Los asistentes al Arena Cañaveralejo enloquecieron con ‘El cumpleaños del viento’, ‘Maldita flor’, ‘No se me acaba la sed’, ‘Pa partirte’, ‘La vecina’, ‘Tu bolsillito’, ‘La malabarista’, ‘Tanto que me cuidó mamá’, ‘Si fuera lunático’, éxitos que habían estado en pausa, porque hace varios años que Julio Nava no estaba en un escenario grande.
No interpretó nada de lo nuevo, porque no quería “defraudar a un público que estaba esperando todas las canciones de antes. Tengo 65 canciones nuevas, y bueno vamos a esperar el proceso de promoción para que la gente ya las empiece a pedir”, anotó Julio Nava.
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Gratitud por el regreso
Julio Nava tuvo complicidad con cada uno de los integrantes de su banda; invitó a Iván Coello a acompañarlo durante el espectáculo con su armónica; presentó a su hija Manuela.
Llamó al escenario a su mamá con quien bailó ‘Tanto que me cuidó mamá’ y se echó al bolsillo a todos los asistentes cuando llamó a tarima a Rayan Rock, artista que abrió el concierto.
“Por encima de toda la gente que cree que la solución es el odio y bloquearnos entre nosotros mismos, la solución es abrir la fe y la esperanza. Sé que aquí hay gente que estudia, que trabaja, que camella y que cree en este país. Quiero que le den un aplauso digno de un artista caleño que lleva 15 años haciendo rock”.
Con ese llamado llegó el abrazo y la interpretación de ‘No sé por qué’.
Sigue inspirado
Tiene 45 años, sigue componiendo con la misma particularidad: canciones pegajosas, rítmicas y con letras de contenido.
“Tengo 65 canciones nuevas y bueno vamos a empezar el proceso de promoción para que la gente las empiece a pedir”.
Aunque estaba alejado de los escenarios musicales, Julio Nava estaba concentrado en estudiar, “música blues, quería tener un repertorio internacional y eso me exigió un tiempo de estudio y me lo di”.
En ese lapso también llegaron unas opciones actorales, grabó cinco películas importantes en el ámbito internacional, actuando en inglés.
“Gané cinco castings, actué en inglés y eso me permitió tener tiempo para hacer todo esto. Desde luego estoy sacando material, viendo la reacción de la gente”.
El nombre de Julio Nava está tatuado en la generación de los años 90 e inicios del año 2000 que mira muchas veces con nostalgia esa producción y propuesta del rock en español.
“Yo siempre canto, a los pelados que les gusta le gusta. Yo no tengo un interés de seducir a la juventud ni nada por el estilo. Voy en mi evolución musical, voy aprendiendo de lo que vengo haciendo, voy encaminado a un repertorio y los pelados que se peguen y les parezca super y lo quieran escuchar me parece rebien”.
Los beneficios de la independencia
Aunque tuvo disquera, ha realizado buena parte de su carrera musical como artista independiente.
Entiende los intereses comerciales, pero él es fiel a un concepto musical y como tal quiere seguir apostando.
“La música es poderosa, tiene un poder magnífico de sanarte, ayudarte, mantenerte con vida, mantenerte con fe”.
Julio Nava es un artista que llena el corazón. En sus canciones cuenta historias cotidianas, algunas de ellas con tanto sentimiento como ‘Pasará’, composición para su hermana que padeció de cáncer, o tan jocosas y profunda como ‘La vecina’.
Los bares han sido el pilar de su carrera musical, y vive agradecido con el movimiento que se gesta desde ellos.
Con tono irónico y jocoso manifestó que el apartarse del mundo comercial y disquero no ha sido sinónimo de marginalidad.
“Los bares siempre han sido sinceros. A la gente que va a los bares alrededor de Colombia les gusta. En los bares me invitan a tocar y eso me permite tener una vida muy plácida, criar a mi hija Mariana tocando guitarra y cantando”.
“Hay que estudiar”
Para Julio Nava estudiar y practicar todo el tiempo, tocar para a gente, ser fieles al espíritu y a la forma de expresar el propio arte.
Es auténtico; compositor, cantante y músico. Tiene ‘pinta’, su físico e histrionismo cautivan en escena. Algunos jóvenes se acercan a preguntarle cuál es el camino del éxito: “Le digo a los jóvenes que no permitan que ninguna persona les diga que no es posible; estoy muy triste de escuchar a una generación que dice que no van a lograr nada, que se metieron con “la generación que no tiene nada que perder”. No hay nada más preciado que la vida y la juventud. Yo digo estudien, aprovechen el tiempo, edúquense como puedan y no olviden que el esfuerzo es individual”.
Le apuesta a la juventud. “Creo que tiene mucho futuro, creatividad y maneras de expresarse correctas, la violencia nos causa más problemas”.
Mientras sigue componiendo, lee historia universal y colombiana. Ensaya todos los días, estudia música, es disciplinado, tiene el corazón lleno después de ver el Arena Cañaveralejo lleno acompañando cada una de sus canciones.