Energía, descarga y talento describen a La Mambanegra, una orquesta con sonidos contundentes, proyección internacional y contenido social. Sus integrantes, sin excepción, músicos brillantes.
Verlos en escena es montarse en el mejor de los viajes. Cada canción se convierte en una parada llena de emociones en donde los sonidos del funk, hip-hop, rap, salsa y los beats mantienen en alto cada trayecto.
A esta agrupación, donde la mayoría de sus músicos son vallecaucanos, la hemos visto tocar en los últimos días en Zaperoco, en el concierto inaugural de la Feria de Cali 2021, en el bulevard del río. Uno de los privilegios de la pos pandemia.
Como uno de sus más reciente temas musicales ‘La Mambanegra’ representa ‘La Mezcla’ de latinoamericanos que se movilizan y caminan juntos para lograr transformación, pero también para disfrutar de la cotidianidad.
Sonidos con contenido
Con sus temas invitan a revisar ‘La Compostura’ y ser más participativos en los procesos de barrio, ciudad, región y país.
Por eso no paran de llevar mensajes de claridad: “Voy a seguir creyendo en mañana, cuando la gente pierde esperanza. Voy a seguir dándote el amor aunque otros siembren dolor. Voy a seguir creyendo en la vía de tu camino maestra vida. Voy a seguir armando la rumba que suene campana conga y tumba’.
Y si el realismo mágico nos regaló las letras de Gabriel García Márquez y Plinio Apuleyo Mendoza con ‘El olor de la guayaba’, La Mambanegra nos llevó a seguir los pasos de El Callegüeso, primo sonoro de Juanito Alimaña y Pedro Navaja. Relatando la cotidianidad de la esquina, del barrio, donde los personajes, los relatos de la calle se mezclan entre percusión, vientos y lírica para narrar la cotidianidad de la calle caleña.
Mientras suena el saxofón Jacobo Vélez o El Callegüeso conquista con su personalidad y el derroche de energía que cada vez tiene más seguidores en Cali, Bogotá, Pereira, Alemania, Francia, Chile, México o Reino Unido entre otros escenarios hasta donde los sonidos de La Mambanegra despiertan sensibilidad, incitan a bailar y comunican tremenda propuesta musical.
Buena melodia
Con su sombrero, lentes oscuros, vestido blanco, El Callegüeso deja claro que es un tipo de otra calaña, ese que está inspirado en la memoria, la añoranza, las historias de su familia, de los amigos de los vecinos del barrio. Y que sin importar en qué escenario del mundo se encuentre lleva un pedazo de Cali, el Valle del Cauca y Colombia.
Montados en ‘Los últimos buses de colores’, irrumpen en conversaciones de puristas que hablan del ocaso de la salsa. En ‘Oílo’, de Cali para el mundo, hay una propuesta de salsa independiente que toca puertas, lleva mensaje y buena melodía.
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‘Oílo’, como todos los temas de esta agrupación deberían estar programados en todas las estaciones radiales, tradicionales y alternativas, para darle a conocer al mundo que en Colombia está ‘La Mambanegra’ con una narrativa que representa a la salsa de antes, a la salsa de hoy y a la conciencia social.
Añoranzas
La salsa independiente que están haciendo invita a levantar la mano, a bailar con La Mambanegra que tiene en su ADN los sonidos con los que han crecido los caleños que añoran el golpe que llegó de Nueva York, los aportes de Puerto Rico y Cuba.
La Mambanegra tiene esos sonidos de antaño pero también otros como el jazz, la música clásica, la trova cubana o los Beatles que suman y enriquecen su propuesta musical, haciéndolos internacionales… Universales.
Bajo el sello Tambora Records siguen proponiendo sonidos innovadores. La Mambanegra cuenta en su ‘primera línea’ con Jacobo Vélez Mesa, El Callegüeso, quien es productor, director, voz líder y tremendo saxofonista.
De la mano de ‘El Callegüeso’ van músicos talentosos que comparten su pasión por las propuestas independientes. La Mambanegra convoca a músicos como Daniel Gutiérrez en el piano, Diego Camacho en la percusión; Juan Guillermo Aguilar en la batería, Jeffy Obando, en la guitarra y Carolina Mosquera en los coros, quienes llevan a los amantes de la salsa a un viaje inspirado en las historias con sonidos salseros que están inspirados en las esquinas de los barrios tradicionales caleños.
La próxima vez que lea un cartel que promocione la presentación de La Mambanegra, vaya a la fija, compre su boleto y no dude en subirse en ‘Los últimos buses de colores’.
