Cali, Tuluá, Medellín y Bogotá fueron las ciudades escogidas por la artista urbana Sarodj Bertín, una revelación que a través de la fusión de ritmos como el dance hall y el dembow (reggaetón dominicano) no solo causa furor en las redes sociales sino en las discos.
Nació en Haití, creció en República Dominicana, está radicada en Estados Unidos. Fue reina de belleza; durante tres años ejerció su profesión como abogada. Es actriz, presentadora de televisión y en los últimos años descubrió que cantar era lo que deseaba hacer.
Con sinceridad dice: “la realidad es que tengo poco en la música, para los que no saben yo comencé a finales del 2019 con mi primer sencillo que se llamó ‘No me dejes sola’ junto a Mozart La Para (rapero dominicano)”.
Siendo adulta descubrió que quería ser cantante, en su ADN no hay una historia musical heredada, ha vivido el proceso y el trabajo que viene con la construcción de su sueño.
“Hay determinación, disciplina, trabajo, enfoque, planificación porque aparte de una carrera hay trabajo es un negocio”.
Sarodj descubrió en Los Ángeles su gusto por el canto, mientras tomaba clases de actuación. “Tomé uno de canto pensando en que un día me tocara un musical y que debía estar lista y comencé a enamorarme de las clases de música, quería pasar más tiempo y me dí cuenta que tenía una llama por dentro. Analicé el mercado, tenía en mi teléfono 15 canciones y necesitaba saber por dónde le íbamos a hacer. A parte de artista aprendí a ser estratega y he entendido que es la mejor forma para que los sueños se cumplan”.
Colaboraciones y proyección
El 2020 con pandemia incluida fue su año. El primer tour de prensa que tenía fue cancelado, el trabajo para mostrar su primer sencillo quedó suspendido pero sus ganas de componer, producir y cantar fueron impulso para estudiar, aprender y entenderse como artista.
En el 2021 se volvió constante, sacando música y proponiendo un estilo que está clasificado en la categoría urbana, aunque tiene varios matices.
Sarodj Bertín es sinónimo de frescura, irreverencia, energía y desparpajo. En medio del confinamiento comenzó a enviar sus canciones a Djs de diferentes lugares, entre ellos Colombia. Los comentarios en canales de comunicación como YouTube o en redes sociales como Instagram se convirtieron en termómetro para saber que estaba escalando a ritmo acelerado.
En YouTube tiene más de 105 mil suscriptores; en Instagram 2 millones de seguidores y en TikTok más de 440 mil. Entre el 2020 y lo que va corrido del 2022 ha sorprendido con su producción discográfica y audiovisual.
Canciones como Mi guerrera, pop; Wacala, Only fans, Haití, Mawozo, Como me muevo, Una noche, No me dejes sola; Una amiga, ft. Chimbala & Shelow Shaq; Quiere comerme, Feat Químico Ultra Mega; Me lo comí y su más reciente sencillo Me gusta son descargadas de las diferentes plataformas musicales y bailadas en discotecas.
Picardía, baile, letras pegajosas hacen parte del éxito de esta naciente artista que logra la fusión de géneros, culturas e idiomas (inglés, francés, español y creole) para presentar una propuesta fresca y diferencial.
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Su proyecto musical tiene la fuerza y el carácter para sumar una la lista de colaboraciones en donde figuran Químico Ultramega, Kiko El Crazy, Chimbala y Shelow Shaqy y Mozart La Para reconocidos artistas del género urbano.
Colombia suena su música
Sarodj Bertín quería ponerle la cara los seguidores que tiene en Colombia, sin haber pisado estas tierras fue reconocida como Artista Nueva Generación en los Premio Núcleo Urbano de Colombia y Artista Revelación por ‘Decibeles’, plataforma de monitoreo en la radio colombiana’.
“Quiero que la gente baile con mi música” y le gustaría trabajar con otras mujeres para lograr una fusión única. “La música no tiene límite hemos visto como cada día hemos tomado más fuerza en el terreno, especialmente en lo urbano pero nos falta mucho por hacer”.
Le gustaría hacer una colaboración con las colombianas Karol G, Paloma Mami o Farina y con la dominicana ‘La Materialista’ y mostrar otra faceta de las mujeres en la música urbana.
Se fue de Colombia llevándose la imagen de una tierra afectuosa, que suena su música y a la que le gustaría regresar pronto con todo su equipo de trabajo.
“Soy una chica que quiere cambiar el mundo, con muchas aspiraciones y que va a luchar cada día para lograrlo. Estoy haciendo música divertida, bailable y algunas canciones con un mensaje diferente porque así son las cosas, surgen todo tipo de inspiraciones. Quiero influenciar para bien, que a través de mi música, de mi palabra aprendan algo positivo de mí”.
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