
En medio de cañaduzales y paisajes rurales, Candelaria, municipio del Valle del Cauca, se ha convertido en epicentro de una revolución educativa. Con el STEAM Fest, una feria de innovación organizada por la Fundación Mayagüez y su programa Clubhouse Candelaria, la educación tecnológica se abre paso con fuerza en zonas tradicionalmente alejadas de estos escenarios.
Durante la más reciente versión del STEAM Fest días, más de 1.800 estudiantes de Candelaria, Pradera y Florida se reunieron para compartir sus proyectos científicos, tecnológicos y creativos en un evento que marca un antes y un después en la forma en que las comunidades rurales acceden al conocimiento.
Este festival, inspirado en la metodología del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y respaldado por The Clubhouse Network, red internacional con sede en Boston, conecta a jóvenes con el futuro.
Educación tecnológica con identidad local
El STEAM Fest es mucho más que una feria escolar. Representa la materialización de un modelo educativo, donde la ciencia, la tecnología, la ingeniería, el arte y las matemáticas —el enfoque STEAM— se adaptan al contexto local.
“Es muy gratificante trabajar por los niños, niñas y jóvenes y contribuir al crecimiento de la región a través de la educación. Este enfoque STEAM les permite a los estudiantes desarrollar habilidades y potenciar su creatividad y confianza”, afirmó Jaime Quevedo Caicedo, director ejecutivo de la Fundación Mayagüez.
El Clubhouse Candelaria, sede del evento, es uno de los 100 centros alrededor del mundo que hacen parte de The Clubhouse Network. Allí, niñas, niños y adolescentes experimentan con robótica, diseño digital, programación y producción audiovisual, guiados por mentores y expertos en tecnología.
STEAM Fest: innovación educativa
Durante la cuarta versión del STEAM Fest, los pasillos del Clubhouse se transformaron en laboratorios vivos. Se presentaron desde drones controlados por celular, hasta prototipos de energía solar hechos con materiales reciclables. El festival no solo buscó mostrar resultados, sino también procesos: el pensamiento crítico, el trabajo colaborativo y la resolución de problemas fueron protagonistas.
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“El STEAM Fest de Candelaria se ha convertido en un referente a nivel global. Lo más inspirador es ver cómo los jóvenes se animan a experimentar, a crear y a compartir sus ideas, generando un impacto que va mucho más allá del día del evento”, aseguró René Milet Hernández, senior manager, evaluation & Impact Latin America Regional Liaison de The Clubhouse Network.
Cada proyecto presentado durante el festival reflejaba un profundo sentido de pertenencia territorial. «El festival en su cuarta versión fomentó la inclusión y el trabajo en equipo, con propuestas para estudiantes y personas con discapacidad visual, así como talleres de arte en realidad virtual y construcción de robots”, complementó Quevedo Caicedo.
STEAM como motor de cambio
Lo que comenzó como un programa extracurricular se ha convertido en un modelo de referencia para otras instituciones. Actualmente, 14 instituciones educativas del sur del Valle del Cauca se benefician del enfoque educativo promovido por la Fundación Mayagüez. Esto ha permitido que cientos de jóvenes, muchos de ellos de contextos vulnerables, accedan a herramientas que antes parecían exclusivas de las grandes ciudades.
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La metodología del Clubhouse Candelaria, basada en la investigación del MIT, promueve una educación inclusiva, donde el error es parte del aprendizaje y la creatividad tiene un valor central. Este enfoque se alinea con las demandas del siglo XXI, preparando a los estudiantes para un mundo laboral cada vez más digitalizado y global.
Una apuesta por el futuro
El STEAM Fest no solo posiciona al Clubhouse Candelaria como un referente en educación tecnológica en el Valle del Cauca, sino que demuestra cómo la innovación educativa puede florecer en territorios rurales cuando hay voluntad, inversión social y visión.
Este tipo de espacios reafirman que los jóvenes del campo no solo necesitan oportunidades, sino también confianza y herramientas para descubrir su potencial. Ver a los integrantes de 14 sedes educativas participando en experiencias interactivas, competencias de robots como el ‘Robot de Fútbol’ y actividades tecnológicas de la Universidad del Valle, la Universidad San Buenaventura y otras organizaciones aliadas, entrega oportunidades prácticas de aprendizaje, juego creativo y acompañamiento de expertos, que preparan a los niños y jóvenes vallecaucanos para los desafíos futuros en un mundo cada vez más tecnológico.