Más de 400 artistas celebrarán la riqueza cultural del Cauca en la novena versión del Festival Mestizaje. En medio del canto de los grillos y el aroma del café caucano, ya se siente la emoción de una celebración que trasciende lo artístico: el Festival Mestizaje 2025, que este 4 y 5 de octubre volverá a llenar de música, color y esperanza a Santander de Quilichao.
En el Polideportivo Los Guásimos, no solo se realiza esta actividad cultural, sino que se convierte en la excusa para un abrazo colectivo. Un espacio donde artistas locales y regionales cumplen una cita con el talento, pero también con la esperanza de un futuro.
Durante la novena edición del Festival Mestizaje se reafirma la promesa de ser ese punto de encuentro donde las raíces se honran y las nuevas generaciones encuentran su voz.
Voces que cantan historias
El festival, organizado por la Fundación Colombina, Compromiso Territorio y el Comité Cultural Armonía Caucana, es el resultado de un trabajo silencioso pero firme que muestra cómo los procesos, que nacieron en barrios, veredas y escuelas, toman vida y se convierten en la mejor herramienta de transformación social.
“Lo que vivimos en Mestizaje no es solo arte, es comunidad. Es la fuerza de creer que el tambor, la marimba y la palabra tienen el poder de sanar”, dice Ana María Juana Rojas, directora de la Fundación Colombina.
Entre los artistas invitados, está Asael Cuesta Cardona, ganador del Premio Nacional de Canto Lírico, un hombre que ha llevado su voz desde las montañas caucanas hasta los teatros más importantes del país. Lo acompañarán agrupaciones como Mavichi y Mokumba, referentes de la música de violines caucanos y ganadores del Festival Petronio Álvarez.
Más que música: arte, comida y territorio
Quizás el momento más conmovedor será cuando el ensamble de 200 niños y jóvenes suba al escenario. Ellos representan a escuelas de formación musical de todo el departamento, que durante meses se han preparado para este instante.
“Cuando toco, siento que puedo cambiar mi historia”, cuenta Natalia, de 13 años, integrante del programa Sonidos de Paz, en la vereda San Antonio. Ella, como muchos, encontró en la música una salida, un camino, una posibilidad.
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El Festival Mestizaje 2025 también será una vitrina para más de 45 emprendimientos locales. Desde cocinas tradicionales que rescatan recetas ancestrales, hasta artesanías hechas con fibras naturales y tintes vegetales, cada stand contará una historia de resiliencia y creatividad.
El arte como tejido social
El festival incluirá una muestra de mercados verdes, la feria artesanal y gastronómica, y la esperada quinta edición de SQM – Santander de Quilichao es Música, un espacio que conecta agrupaciones locales con productores y programadores de renombre nacional e internacional.
Allí, 14 agrupaciones recibirán formación especializada y 7 de ellas tendrán la oportunidad de presentarse en una vitrina artística frente a expertos como Andrés Muñetón, Gaira Música Local; Carolina Trujillo, Gotok Music, y Patrick Sternberg, Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella.
“Apoyar procesos culturales como el Festival Mestizaje es esencial para construir comunidad. La cultura no solo embellece, también sana, educa y empodera”, afirma Mariana Caicedo, subdirectora ejecutiva de ProPacífico.
El Cauca también es cultura
Detrás de cada canción y cada puesta en escena hay cientos de historias: mujeres que lideran emprendimientos, niños que descubren su voz en un tambor, jóvenes que eligen la música en lugar de la violencia.
Este festival es, sobre todo, una declaración de amor al territorio, una apuesta por la dignidad, la inclusión y el poder de las expresiones culturales para reconstruir el tejido social del norte del Cauca.
El Festival Mestizaje 2025 es de ingreso libre, está diseñado para el disfrute de todas las familias, los amantes de la música tradicional y todos los que amen la cultura sus diferentes manifestaciones.
Recuerden que se llevará a cabo los días 4 y 5 de octubre. Santander de Quilichao no será solo un municipio del Cauca, será un escenario desde donde se vive la esperanza y será un punto de reencuentro para aportar al territorio y sus habitantes.
