En un territorio habitado por más de 100 mil personas, hay una estrella que no solo alumbra, sino que es símbolo de esperanza, emprendimiento y futuro. La estrella de Siloé hace parte del corazón de una comunidad que volvió a reunirse en lo alto de la ladera y es faro de turismo, cultura y procesos de renovación urbana.
La modernizada estrella es hoy el motor de un proyecto que busca posicionar a la Comuna 20 como un epicentro de encuentro y oportunidades. Desde la Gobernación del Valle la apuesta está enfocada en impulsar la transformación social del sector.
El embellecimiento, con sentido social, no se centra en la recuperación estética sino en un trabajo técnico que permite que el sector cuente con una señalética renovada, que sirva para la comunidad que habita, pero también sea guía que oriente a los visitantes.
Lo que cambió
La Estrella, ahora con 27.000 bombillos LED, ilumina de nuevo a la capital vallecaucana y lleva el mensaje de: “Queremos generar un ciclo de esperanza”, señaló Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle, además de destacar la importancia del proyecto y la transformación social que esperan generar en este sector.
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“Con la renovada Estrella queremos generar un ciclo de esperanza y optimismo. Queremos que cada vez vaya creciendo más el turismo, la reactivación económica y el mejoramiento de la calidad de vida de toda esta comuna”, indicó la mandataria.
Construcción colectiva
Son los propios habitantes quienes operan las luces y los mensajes de la estructura LED. En un primer momento se había pensado en solamente la puesta de luces, pero fue la misma comunidad la que le pidió una Estrella, con cinco puntas y se cumplió con el sueño de esta comunidad.
En Siloé, hay iniciativas de arte urbano, cine comunitario, escuelas culturales, rutas y corredores turísticos y artísticas que han cambiado la narrativa mostrando transformación y nuevas fuentes de ingresos y sentido de pertenencia.
Contribuir al dinamismo y la reactivación de este sector se ha logrado con el trabajo articulado entre diferentes actores. La comunidad, los colectivos culturales y la Gobernación del Valle, son ejemplo del trabajo colectivo.
Hoy la Estrella no sólo es un símbolo restaurado que renace con historia, sino que volvió a brillar en sus cinco puntas, tal como cuando fue instalada por primera vez el 17 de diciembre de 1973 por el profesor Marulanda Palacios.
