El barrio Obrero, ubicado en el centro de Cali, llegó a sus 106 años de fundación con una historia de lucha, resistencia y los sonidos de la salsa que a lo largo de este lapso han creado una ruta que marca a varias generaciones en la capital vallecaucana.
Cali, ciudad que avanza a paso acelerado hacia la modernidad, tiene raíces fuertes que parecen estar ancladas para salvaguardar la memoria colectiva. Un ejemplo de ello se vive en las historias del barrio Obrero, en pleno centro de la ciudad, que este año celebra 106 años de existencia y que, lejos de ser solo un punto geográfico, se ha convertido en símbolo de identidad, clase trabajadora y cultura popular.
Fundado en 1919, el Barrio Obrero no nació por casualidad. Surgió como respuesta a una necesidad real: albergar a los trabajadores de las fábricas cercanas, especialmente de empresas que tenían que ver con la elaboración de azúcar y ferroviaria que entonces movían la economía regional. Fue concebido como un proyecto de vivienda para obreros, con casas pequeñas, calles rectas y espacios comunes que promovían la vida comunitaria.
Patrimonio artístico y deportivo
Su movimiento no solo ha sido de trabajadores y emprendimientos. En este sector nacieron y crecieron músicos y cantantes; escritores y bailarines; también futbolistas. La mirada en el sector ha estado presente a lo largo de estas décadas.
Recordamos que a mediados de los 90 Carlos Chavarro, reportero gráfico del diario Occidente, lograba que destacadas agrupaciones, como la orquesta Guayacán, se sumaran a las tradicionales verbenas del barrio.
La reunión de los vecinos, de los artistas y también de gestores culturales recordaba en esa época la importancia de salvaguardar la salsa caleña como patrimonio vivo de la ciudad. “me colaboraban para que las verbenas fueran una sensación en Cali, no tenía nada que ver la Alcaldía, tampoco Corfecali”, recuerda Chavarro. Se alegra que su barrio esté incluido en los proyectos de la Administración Distrital que proyecta que en un tiempo no muy lejano este sector cuente con la Ruta de la Salsa.
Celebración aniversaria
La celebración aniversaria contó con una programación artística que reunió en un mismo espacio orquestas, melómanos, bailarines, DJ’s y bailadores. “Con esta suma de esfuerzos entre lo público y privado, le damos a la salsa el lugar que se merece y a los caleños una oferta cultural que no solo sucede una vez al año, sino que se articula con el fortalecimiento de procesos”, afirmó Leydi Higidio, secretaria de Cultura de Cali.
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Asimismo destacó que la ‘Ruta de la Salsa’ recorrerá los barrios que han marcado el género en la ciudad, vinculará competencias y exhibiciones del Mundial de Salsa, y culminará con una Feria de Cali y un Salsódromo coordinado entre todos los actores del sector.
Los invitados
La celebración aniversaria contó con la presencia de agrupaciones como: Manyoma Brothers, Dankoll Arroyo y Juan Carlos Alfonso y la Dan Den de Cuba, quienes llenaron de sabor y energía al público congregado en el corazón del barrio.
Para Carlos Molina, del Museo de la Salsa, el inicio de la Ruta de la Salsa y el proyecto Obrero Salsa Tours representa una reivindicación para comunidades que durante años han sido olvidadas. “Esto pone en el mapa una vez más a nuestro barrio”, agregó.
Así en medio de vinilos, improvisadas ‘orquestas’ conformadas por vecinos que sacaron sus guiros, de bailadores y de familias enteras que se reunieron para esta celebración aniversaria.
La Ruta de la Salsa, del Plan Especial de Salvaguardia del Complejo Musical-Dancístico de la Salsa Caleña, enmarcada en el programa ‘Invertir para Crecer’, iniciará la primera fase que contempla la intervención de más de 9.400 metros cuadrados, incluyendo andenes, zonas verdes, redes de servicios, mejor iluminación y actividades culturales.