
Llegamos hasta San Antero, en el Caribe colombiano para disfrutar del Festival Nacional del Burro y descubrir que en esta región del país hay una riqueza en tradición y turismo rural.
A orillas del mar Caribe, se encuentra este municipio, ubicado en el departamento de Córdoba, llegamos para conocer cómo se vive una de las celebraciones más singulares de Colombia: el Festival Nacional del Burro. Desde hace 35 años, esta festividad se entrelaza con la conmemoración de la Semana Santa, creando una experiencia única que combina espiritualidad, cultura y turismo rural.
Turismo rural con sabor a tradición
Este rincón del Caribe colombiano, con playas bonitas, manglares vivos y una riqueza en biodiversidad, poco a poco se posiciona como un destino imperdible para quienes buscan conectar con la identidad de los pueblos. Aquí, el turismo no es solo descanso: es descubrimiento, sabor y folclor.
Del 14 al 20 de abril de 2025, San Antero celebró su edición número 35 del Festival del Burro, una iniciativa que atrae a visitantes de todo el país y también extranjeros que se sorprenden con la creatividad de los sanantereanos. El evento, ícono del turismo en Córdoba, ofrece actividades para grandes y chicos, con un enfoque familiar y comunitario.
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Uno de los momentos más esperados fue el desfile de burros disfrazados. Los habitantes se esmeran en vestir a sus animales con trajes creativos, que arrancan sonrisas y celebran la tradición. Esta expresión cultural no solo divierte, sino que también visibiliza el vínculo entre los sanantereanos y sus animales, piezas clave del entorno rural.
La gastronomía local también es protagonista. Platos preparados con coco, suero costeño, yuca y pescados frescos, dan vida a sabores que conquistan paladares y fortalecen el turismo gastronómico. San Antero se presenta así como un destino que va más allá del paisaje: aquí se come, se canta y se baila con el corazón.
Un homenaje al legado
Este año, el festival rindió homenaje a Domingo Hernández Díaz, figura clave en la preservación cultural del municipio. Además, la llamada Toma Cultural Infantil fue una joya del evento: niños y jóvenes recorrieron las calles con bailes como el bullerengue, mostrando que las raíces están vivas y fuertes.
San Antero no solo celebra a su burro, símbolo de trabajo y resistencia, también celebra su esencia.